La Solución a la Soledad

Este pasado miércoles fue el Día de San Valentín, también conocido en Latinoamerica como “el día del amor y la amistad” o “el día de los enamorados”. Para muchas personas este día representa chocolates, rosas, quizás una cita romántica o ir juntos al cine. Pero para muchos otros este día es como cualquier otro, un día más sintiendo el peso de la soledad. Mientras que algunos celebran el amor, muchos otros están sintiendo en este preciso momento los efectos atroces de la soledad.

En un estudio reciente publicado por Global News aquí en Canada, la psicóloga Julianne Holt-Lunstad descubrió que el aislamiento social contribuye al incremento del riesgo de mortalidad de una persona como lo hace el fumar 15 cigarrillos por día. Sí, lo has leído bien, la soledad está asociada con varios trastornos de la salud como ser problemas cardiovasculares, envejecimiento celular, entre otros. En dicho artículo, la Dr. Holt-Lunstad termina diciendo: “Nuestras relaciones interpersonales nos ayudan dado que nos proveen de un sentido de propósito y significado para nuestras vidas. Y eso se puede traducir como el tomar un mejor cuidado de uno mismo así como también disminuir los factores de riesgo” 1

Ahora bien, en el libro de Génesis, leemos acerca de cómo Dios creó el universe. En los seis días sucesivos de la creación Dios habló y lo que dijo se cumplió. Aún más, luego de cada día de trabajo creativo Dios mismo se tomó el tiempo de confirmar que todo lo que había creado era bueno. Hasta que notó que algo no estaba bien. El hombre estaba solo. 
Ni siquiera la majestad del huerto del Edén y la companía de todo el reino animal pudieron llenar la necesidad del hombre de desarrollar lazos sociales. Entonces Dios, en su infinita sabiduría, formó a Eva de una de las costillas de Adán. Ella fue creada para ser su ayuda idónea y el foco de su amor. En ese preciso momento Dios le dio a Adán, y por extrapolación a toda la humanidad, la solución a la soledad, esto es, el amor. El recibir y dar amor.

El Padre envió a Su Hijo a este mundo para que una vez más podamos experimentar amor verdadero y desde allí darlo a otros a través de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.Click To Tweet

Aunque en los capítulos que siguen en el libro de Génesis vemos que el pecado comenzó a enfermar las fibras sociales de la humanidad, el cordón de amor de Dios nunca se rompió. Como nos lo muestra el Nuevo Testamento, el Padre envió a Su Hijo a este mundo para que una vez más podamos experimentar amor verdadero y desde allí darlo a otros a través de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas (no por nada el primero de los frutos del Espíritu es el amor). Te invito a que te dejes usar por Dios esta semana y que le demuestres tu amor a todos aquellos que se están sintiendo solos. No dejes que la soledad gane terreno en tu vida y en las vidas de aquellos que te rodean. Tú tienes la solución: el amor de Dios.