El Impacto que tienen los Padres sobre sus Hijos
Personalmente creo que los hijos son el regalo más grande que Dios puede otorgarle a un matrimonio.
En Salmo 127:3, el Rey Salomón llama a sus hijos “herencia, regalo y recompensa del Señor”. El padre de Salomón, el gran Rey David, fue alguien que conoció de primera mano las alegrías y los desafíos que acarrea consigo el ser padres. La mayoría de los eruditos bíblicos están de acuerdo en que David tuvo 20 hijos durante su vida. Aunque David tuvo que enfrentar muchos problemas con algunos de sus hijos (Amnón, Absalón y Adonías), y a pesar de todos sus errores como padre, en 1 Crónicas 22 David reconoce la importancia de criar a sus hijos de acuerdo a la Palabra de Dios. Después de que Dios le revelara a David que sería Salomón su hijo y no él quien construiría el templo de Jerusalén (que por cierto, fue el sueño más grande que tuvo David durante su vida), David nos enseña el camino que como padres debemos seguir: el bendecir a nuestros hijos e instruirlos en su caminar con Dios.
El padre que honra a Dios es aquel que bendice a sus hijos y los instruye en su caminar con Dios.Click To TweetEn los versículos 11 al 13 David ora por su hijo Salomón diciendo:
Así que, hijo mío, que el Señor esté contigo, y que seas prosperado y edifiques la casa del Señor tu Dios, como él lo ha dicho. Que el Señor te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel cumplas la ley del Señor tu Dios. Si pones por obra los estatutos y decretos que el Señor le entregó a Moisés para Israel, serás prosperado. Esfuérzate y cobra ánimo; no temas ni desmayes.
Aunque no podamos controlar cómo llegarán a ser nuestros hijos cuando pisen el umbral de la adultez, sí podemos y debemos guiarlos y entrenarlos a la luz de la Palabra de Dios, orando por ellos y con ellos, y moldeando sus vidas a través de nuestro ejemplo. Nuestros hijos son una gran recompensa que viene de Dios pero también una gran responsabilidad que debemos asumir. Ser padre no es una tarea fácil pero la misma es, sin lugar a dudas, una de las tareas más placenteras y de mayor disfrute que podemos llevar adelante.
Volviendo al Salmo 127, Salomón nos pinta un cuadro de nuestros hijos. Allí nos dice que ellos son como flechas en nuestra aljaba y que a través de ellos nos estamos extendiendo en la vida. Ellos lograrán hacer aquello que nosotros no supimos ni pudimos hacer. Durante este mes en nuestra iglesia hemos estado compartiendo mensajes que giran en torno a la palabra “impacto”. En este sentido creo que el mayor impacto que podemos dejar en esta tierra es el impacto que hayamos logrado tener en la vida de nuestros hijos. Orarías por ellos y con ellos hoy?